El miércoles 18 de enero de 2017 ha entrado en vigor las enmiendas del Convenio sobre el trabajo marítimo (CTM 2006 ó MLC 2006), el cual exige a los propietarios de buques tener un seguro obligatorio que cubra el abandono de la gente de mar, así como sus reclamaciones por muerte o discapacidad a largo plazo.
De esta manera todos los buques que enarbolen bandera de un país firmante del MLC 2006 (Convenio sobre el Trabajo Marítimo) o con una bandera de un país no firmante pero que vaya a entrar en aguas de un país firmante, deberán de llevar a bordo un certificado de garantía financiera para cumplir con la Regla 2.5 - Repatriación, Norma A2.5.2 y con la Regla 4.2 - Responsabilidad del armador, Norma A4.2 de dicho Convenio.
La primera de estas Reglas se refiere a garantizar los salarios pendientes y los gastos de repatriación en caso de abandono de los tripulantes por parte del armador; mientras que la segunda Regla se refiere a garantizar la indemnización al tripulante en caso de muerte o invalidez.
Debe anotarse que el Convenio se aplica, salvo que se disponga expresamente otra cosa, a todos los buques, de propiedad pública o privada, que se dediquen habitualmente a actividades comerciales, con excepción de los buques dedicados a la pesca u otras actividades similares y de las embarcaciones de construcción tradicional, como los dhows y los juncos. El Convenio no se aplica a los buques de guerra y las unidades navales auxiliares.
Cuando haya dudas en cuanto a si el presente Convenio se aplica a un buque o a una categoría particular de buques, la cuestión será resuelta por la autoridad competente de cada Miembro, previa consulta con las organizaciones de armadores y de gente de mar interesadas.